domingo, 31 de enero de 2016

EBOOK PAPELES FILOSÓFICOS



A CONTINUACIÓN CLIKEA PARA VER EL LIBRO DIGITAL SOBRE LOS PAPELES FILOSÓFICOS CORRESPONDIENTE A TU GRUPO Y LINK


GRUPO 1 PARTE 1

SOBRE EL DRAMA DE LA CONCIENCIA HUMANA.. 4
Estética de  Nietzsche. 8



********************************************************************




**********************************************************************





*********************************************************************



12- María Fernanda Medina Villegas

13- JULIANA DE LA CRUZ

14- ALEJANDRA TAPIA

15- HÉCTOR CORREA




********************************************************************  

GRUPO 2

BAUTISTA JUAN

jueves, 28 de enero de 2016

POEMA PARA TRABAJAR



CÉSAR DÁVILA ANDRADE

Carta de la ternura distante



Estoy solo. La niñez vuelve a veces
con sus blancos cuadernos de ternura.

Oigo entonces el ruido del molino
y siento el peso de los días caer desde la torre de la iglesia  con un sonido de aves de ceniza.

Pienso qué harás ahora frente al camino blanco
por el que cierto día pasó mi soledad.

¿En dónde estás? ¿Qué haces?
¿Bajas aún al pueblo los domingos?
¿Y a la feria de rosas de castilla?

BIBLIOGRAFÍA JUEVES 28






miércoles, 27 de enero de 2016

JUEVES 28 ENERO LA PARADOJA DEL ACTOR



DIDEROT: "LA PARADOJA DEL ACTOR"

Afirma Diderot que la naturaleza humana es la que otorga cualidades a la persona, la que permite perfeccionar su técnica, su trabajo y su experiencia.


Para el filósofo francés de la Ilustración, el actor debe tener capacidad de discernimiento, debe despojarse de su sensibilidad y desarrollar así su capacidad de imitación y de reflexión de la naturaleza humana que lo envuelve. Piensa Diderot que el actor debe recurrir a su imaginación y a su memoria, y que todos los elementos han de ser procesados y ordenados en su cabeza.


La imaginación y la memoria son una misma facultad del espíritu. La forma más elemental de la imaginación es el recuerdo, basado en una representación mental de una circunstancia pasada, o de como fuimos en otro tiempo. Para el Ilustrador francés, el talento actoral no consiste en sentir, si no expresar rigurosamente los signos exteriores del sentimiento. El actor no debe sentir realmente, debe expresar el sentimiento mediante la reflexión de su significado. Esa reflexión ha de hacerse mediante la memoria.


Los gestos, los tempos, el manejo de la voz y de los sonidos, el furor... Todo forma parte de una imitación de la realidad configurada a partir de la memoria. Al acabar la representación, el actor no padece dolor alguno ni melancolía, no está turbado, simplemente se despoja momentáneamente de todos esos recuerdos, hasta llegar a un nuevo ensayo.


Ésa es, según Diderot, la paradoja del actor. Un actor no debe sentir nada, son los espectadores los que deben sentir, el acto suscita emociones o sentimientos mediante los recuerdos procesados en su mente y expresados inmediatamente. Los espectadores por el contrario, son los receptores del esfuerzo del actor por aparentar su sentimiento.


La paradoja se produce, en tanto que, el actor concibe su personaje como una ilusión, como un recuerdo que no le condiciona en absoluto, mientras que los espectadores asocian al actor con el personaje, lo que supone una contradicción y por lo tanto una paradoja.


Un actor sublime es aquél que es capaz de olvidar completamente su sensibilidad para convertirse en un técnico de la interpretación.


Diderot nos hace ver que un espectador no quiere ver cómo llora un actor, lo que quiere es que le haga llorar. De la misma manera, un espectador no quiere ver cómo un actor se emociona, lo que quiere es emocionarse.


Otra paradoja es que la naturalidad conduce a la vulgaridad, así que el actor debe lograr una naturalidad escénica para lograr conmover a los espectadores.


La naturalidad escénica resulta más atractiva sin resultar menos creíble. Para lograr esa naturalidad, el actor imita fielmente todos los síntomas exteriores que son universales, y que por tanto, todos conocemos y nos sentimos reconocidos. 

El texto completo de Diderot esta colgado en Bibliografía el  jueves 28 de enero




BIBLIOGRAFÍA MIÉRCOLES 27



BIBLIOGRAFÍA MARTES 26






FOTOS GRUPO 1



FOTOS GRUPO 2



martes, 26 de enero de 2016

MARTES 26 ENERO GRUPO 2

NUESTRO RESUMEN

VALENCIA JUAN MANUEL:
Cartas sobre la educación estética del hombre.
En este texto Schiller distingue la condición natural del hombre, sus impulsos básicos y la razón. Ante lo que la naturaleza le impone el hombre contrapone la razón, una instancia ideal de valores morales que norman su existencia por encima de la simple necesidad animal. Entonces el ser humano queda entre su pulsión natural y su ideal racional. Esta última es la que justamente le permite convertirse en ser humano, podría ceder a la pulsión natural pero elige construir una serie de valores morales. Sin embargo, reconoce Schiller, las necesidades naturales del hombre no pueden detenerse ni un momento, de tal manera que esa sociedad ideal debe construirse en la marcha y sin que se detenga la satisfacción de sus necesidades primarias. Hace énfasis en que habría que separar del “carácter físico” la arbitrariedad y del “carácter moral” la libertad, e invoca la necesidad de un tercer “carácter” que medie entre los dos. 

BAUTISTA JUAN: La tercera carta de Friedrich Shiller, sobre "La educación estética del hombre" está dividida en cinco secciones, que abarcan la noción de naturaleza y de hombre; frente a la constitución sustancial, en la que ellas forman parte del funcionamiento del estado. Los principios reunidos en esta carta plantean la unidad material y moral del ser humano en la ley y el derecho.

ENRIQUEZ SILVIO:   Schiller en su tercera carta habla sobre la educación estética del hombre de transformar mediante la razón una obra, esto conlleva a una necesidad física de lo moral; en donde el estado natural se convertiría en un estado moral transformador, esto es parecido a un reloj nos dice, ya que el estado para componerlo hay que hacerlo sobre la marcha sin parar, esto no es más que el dominio de las fuerzas naturales al dominio de las leyes invisibles de esa moralidad.

NARANJO SANTIAGO:  
El hombre como ser sensible,ser animal libre que trata durante
la historia de su desarrollo elevar las necesidades físicas a necesidades
morales. Para desarrollar su humanidad tendrá primero que logar una
armonía entre las necesidades físicas, sensibles y las necesidades de la
razón o moralidades supuestas.
El hombre no se puede guiar unicamente por su voluntad y lograr así su
destino necesita de leyes en sociedad, la capacidad de hallar la armonía
entre lo animal y lo ideal a través de la libertad.

ERAZO JACQUELINE
"Elautor nos habla sobre la condición del ser humano como un ser natural, de cómo el ser humano puede transformar su condición por medio de la razón, nos habla de cómo el ser humano con su necesidad física, que es lo que le hace elemental, puede a través de la razón convertir esa necesidad  en una necesidad moral.
Entonces de alguna forma el hombre en busca de su supervivencia busca un apoyo que en este caso serán las leyes".


SEGOVIA SANTIAGO
Schiller coloca al hombre en el estado natural , si este se mantendria asi  seria un ser simple, como parte de su evoluci[on es entrar en el terreno de las ideas, elevarse y empezar a transitar por el laberinto del penamiento, confrontar este hombre fisico con el hombre moral.
Las puertas que se van abriendo van dejando mayores interrogantes.

YEPEZ SANTIAGO En esta carta Schiller nos propone cinco puntos en los que nos plantea lo siguiente: El hombre esta determinado antes que nada por su estado moral. Este estado natural es dominado por lo físico, lo primario, el instinto. La capacidad de razonamiento permite al hombre no quedarse atado a este estado natural. Es desde la razón como el hombre adulto crea un conjunto de leyes, con ellas un Estado contractual, este Estado gobierna la moral del hombre o dicho de otra manera, el hombre es gobernado por la moral que las leyes le han determinado. El primer estado es esta dominado por lo físico, mientras que el segundo Estado esta dominado por las ideas. El uno es concreto y el otro abstracto. Es necesario un tercer estado para que puedan equilibrarse y la sociedad pueda persistir en la historia.

CASTILLO  MARÍA AUXILIADORA
RESÚMEN SOBRE LA SCHILLER FRENTE A SU DEFINICÓN DE ESTÉTICA.(Ejercicio del 26 de enero de 2016).
El hombre ha nacido en una naturaleza, y se ha desarrollado en ella, pero a lo largo de los siglos se ha distinguido-separado de ella por su capacidad de describir, plasmar e interpretar lo que esta (naturaleza) ha hecho e inspirado en él.
El hombre también ha sido capaz de dar forma que a lo que ocurre dentro y fuera de él, y de la misma manera lo deforma y lo deconstruye como si todos los fenómenos comenzaran dentro de sí mismo. Y es a través de esta evolución que ha tenido que apartar de su ser la barrera de la moral o del carácter  moral,  cualidad impuesta por la sociedad (ente creado por el hombre mismo), a lo largo de su camino en su evolución.

MARTES 26 ENERO GRUPO 1

RESUMEN SOBRE CARTA 3 DE SCHILLER

DUQUE JUANEl hombre necesita buscar un nuevo carácter. Un carácter basal sobre el cuál rija su proceder. Un carácter más allá de sus tendencias naturales. De sus tendencias instintivas. Así como, un carácter más allá de las imposiciones morales que lo determinan con leyes. Se requiere de un carácter que desarrolle valoraciones propias.  Valoraciones producto de un procesamiento racional de las impresiones. En ese sentido, la razón es quién, según Friedrich Schiller, provee al hombre herramientas para desarrollar su nuevo carácter. Por ello, La presente carta escrita por Schiller, describe como nuevas posibilidades sensibles; se develan al hombre a través de su razón. Y como estas posibilidades, sortean los patrones naturales y morales que el hombre lleva a cuestas con el paso del tiempo.

HINOJOSA EDUARDO:   "El Hombre no permanece, recrea el camino con la naturaleza" El hombre tiene la necesidad física, que es dada por su naturaleza y la necesidad moral que es dada por el mundo de las ideas. Este individuo se reconoce con la naturaleza y en ella recupera su infancia, sus ideas libres, tiene derecho a elegir su destino y es allí donde tiene el enfrentamiento con la moral que es dada por la sociedad en la que se desenvuelve. Esta sociedad física no se detiene se va transformando en el camino pero necesita un apoyo en la naturaleza. al combinar esta sociedad física y moral surge el dominio de las leyes y la naturaleza.


CABRERA LISSETTE: El hombre nace determinado por necesidades naturales. Su aptitud para darle un sentido moral a estas necesidades es lo que precisamente lo hace hombre. Su condición racional le impide imbuirse simple y sensorialmente en la satisfacción de las necesidades que garantizan su existencia material, el hombre crea estructuras de conciencia alrededor de estas necesidades e inventa un sentido para ellas más allá de su materialidad. Esta compulsión constituye la principal  contradicción humana.

DOMINGUEZ JAIME:  El hombre desde que es hombre ha sido libre, pero también a surgido necesidades, necesidades que han obligado a buscar alternativas para saciarlas, dando como resultados nuevos descubrimientos físicos y por medio de este proceso racional surge transformaciones físicas, intelectuales y morales del ser, estos cambios sufrimos constantemente minuto a minuto, segundo a segundo.


MEDINA MARIA FERNANDA: Dentro de las leyes de la naturaleza humana ha predominado la razón, no aquella como conciencia si no como irracionalidad.
Entonces, el ser humano ha sufrido un devenir en cuando a su condicion no solo fisica, si no moral. Nos hemos adapatado mas a un supuesto que a nuestro estado o condicion humana real, por ello esta involucion o destrucion del propio humano a su naturaleza o a un igual.
Creo que esta razón... o la vision de razón, ha generado un contraste absurdo dentro de la estètica de la crueldad.

DE LABASTIDA ADELA:
LA TERCERA CARTA DE SCHILLER
El arte es necesario como fuerza dirimente en la relación antagónica
entre el hombre como sujeto moral y el hombre como sujeto físico. Schiller
parece equiparar el devenir de esta relación con el génesis bíblico, solo que, en
lugar de explicarlo desde el dogma lo hace desde la razón. En el principio fue la
naturaleza... -parece inaugurar la carta- y luego fueron las leyes. Este cuerpo
político se superpone al hombre moral y al hombre físico que en cambio guarda
el componente animal, raíz de humanidad. El arte, entonces, resulta del doble
enfrentamiento entre cuerpo físico vs. arbitrariedad y sujeto moral vs. libertad


SALAS BERNARDA:  
La naturaleza actuaba por el hombre, quien cambiando de este estado encuentra que más allá de su estado natural y de vida sensible, en él existe la razón; esto provoca en el hombre un constante debate ente lo físico y lo moral. su vida sensible versus las leyes de la moral; siendo la moral la que prohibe su determinación natural pero teniendo su derecho a elección.
Si bien el hombre tiene la capacidad de adaptarse, la sociedad forjada por la razón humana no puede confiar en la naturaleza egoísta del hombre; por lo tanto la sociedad es el hombre pero no depende de él.


De la Cruz Juliana. 
Tercera Carta de Friedrich Schiller sobre la educaciòn estètica del hombre.- Schiller, a lo largo de cinco pasos afirma que al hombre se lo reconoce como tal, por el hecho de no permanecer estàtico en el punto que la naturaleza lo dejò, porque a diferencia del resto de los seres vivos, està dotado de "La razòn", particularidad que lo hace buscar elevar sus necesidades fìsicas en necesidades morales, porque para el autor "La razòn" es la finalidad suprema que justifica ese cambio en el que ùnicamente rigen las leyes que el hombre mismo se va imponiendo a lo largo de su propia historia para adaptarse y sobrevivir a pesar de su naturaleza autodestructiva. Por eso Schiller piensa que hace falta un tercer Estado que medie entre el Estado de las fuerzas naturales y el Estado de las leyes.

BENITEZ TANIA

El hombre al reconocerse como tal, posee la facultad de rehacer –a su libre elección –todo lo que se encuentra en estado natural.
El hombre como persona moral, debe adecuarse a las leyes y puede ennoblecer todo lo ya establecido, a través de la belleza.
La razón le permite al hombre transformar el estado natural a un estado moral. Este hombre moral, es una construcción, un supuesto basado en la libertad.
La sociedad debe caminar sola, independizarse del estado natural. 

UTRERAS SARA

De las fuerzas naturales al dominio de las leyes
El ser humano supera la fuerza de la necesidad, superando las leyes  que por naturaleza le fueron otorgadas, de su naturaleza surge la necesidad, el ser se reconoce en sí mismo y abandona la influencia de la necesidad sobrepasando su dominio, así tiene la capacidad de transformar el Arte. Así nace el Estado Natural y el Estado Moral.
  
Una noción de Belleza
Para mí la belleza es subjetiva y abstracta, inspira y asombra, lo que para cada ser humano conmueve e impulsa, lo placentero a la retina, lo excitante a los sentidos, lo que puede estar en estrecha relación con lo natural.


De La Cruz Juliana  
De la Cruz Juliana. 
Tercera Carta de Friedrich Schiller sobre la educaciòn estètica del hombre.- Schiller, a lo largo de cinco pasos afirma que al hombre se lo reconoce como tal, por el hecho de no permanecer estàtico en el punto que la naturaleza lo dejò, porque a diferencia del resto de los seres vivos, està dotado de "La razòn", particularidad que lo hace buscar elevar sus necesidades fìsicas en necesidades morales, porque para el autor "La razòn" es la finalidad suprema que justifica ese cambio en el que ùnicamente rigen las leyes que el hombre mismo se va imponiendo a lo largo de su propia historia para adaptarse y sobrevivir a pesar de su naturaleza autodestructiva. Por eso Schiller piensa que hace falta un tercer Estado que medie entre el Estado de las fuerzas naturales y el Estado de las leyes.

MARTES 26 TEXTOS







Cartas sobre la educación estética del hombre (1795)
Friedrich Schiller

Tercera Carta
1 La naturaleza no procede mejor con el hombre que con el resto de sus creaciones: actúa por él, mientras el hombre no puede hacerlo por sí mismo en cuanto inteligencia libre. Pero eso es justamente lo que le hace hombre, que no permanece en el estado en que lo dejó la pura naturaleza, sino que posee la facultad de rehacer por medio de la razón el camino que ya había recorrido antes con la naturaleza, la facultad de transformar la obra de la mera necesidad en obra de su libre elección y de elevar la necesidad física a necesidad moral.
2 Despierta del letargo de la vida sensible, se reconoce como hombre, mira a su alrededor y se encuentra... en el Estado. La coacción de las necesidades le precipitó en él antes de que pudiera elegirlo libremente; la necesidad lo implantó con arreglo a leyes puramente naturales, antes de que él pudiera implantarlo conforme a las leyes de la razón. Pero, en cuanto persona moral, el hombre no podía, ni podrá nunca conformarse con ese Estado de necesidad que había surgido sólo y exclusivamente de su determinación natural, y adecuándose sólo a ella... ¡Y pobre de él si pudiera conformarse! Así pues, con el mismo derecho con que es hombre abandona el dominio de la ciega necesidad, tal como se separa de ella en virtud de su libertad en tantos otros aspectos de su vida, tal como, para dar sólo un ejemplo, borra mediante la moralidad y ennoblece mediante la belleza el carácter vulgar que la necesidad física imprime al amor sexual. El hombre recupera así, artificialmente, su infancia en su mayoría de edad; da forma en el mundo de las ideas a un estado natural que no le viene dado por ninguna experiencia, sino que le viene impuesto necesariamente por su determinación racional; le otorga a ese estado ideal una finalidad que no tenía el auténtico estado natural, y se da a sí mismo un derecho de elección del que entonces no era capaz. Actúa como si comenzara desde el principio, y como si valiéndose de un discernimiento claro
y decidiéndolo libremente, cambiara el estado de independencia por el estado contractual. Por muy sutil y sólidamente que la ciega arbitrariedad haya construido su obra, por muy pretenciosamente que la afirme y por mucho que la rodee de una apariencia de respetabilidad, el hombre puede considerarla, sin embargo, ahora, como algo completamente inefectivo, porque la obra de las fuerzas ciegas no posee ninguna autoridad ante la cual la libertad haya de doblegarse, y todo ha de conformarse a la finalidad suprema que la razón asienta en la personalidad del hombre. Así nace y se justifica el intento de una nación adulta de transformar su Estado natural en un Estado moral.
3 Ese Estado natural (como puede denominarse a todo cuerpo político que deriva originariamente su organización a partir de fuerzas naturales y no de leyes) se opone al hombre moral, cuya única ley es, precisamente, la adecuación a las leyes, y es en cambio suficiente para el hombre físico, que se da a sí mismo leyes únicamente para adaptarse a esas fuerzas. Ahora bien, el hombre físico es real, y el moral tan sólo un supuesto. Porque si la razón suprime el Estado natural, como tiene que hacer necesariamente para establecer el suyo en su lugar, arriesga al hombre físico y real en pro del supuesto y moral, arriesga la existencia de la sociedad en pro de un ideal de sociedad meramente posible (aunque moralmente necesario). Le arrebata al hombre algo que es propiamente suyo, y sin lo cual nada posee, y le señala a cambio algo que podría y debería poseer; y si hubiera confiado demasiado en la capacidad del hombre, la razón le habría despojado incluso de su componente animal, que es sin embargo la condición de su humanidad, a cambio de una humanidad que aún no posee y de la que puede prescindir sin menoscabo de su existencia.
Antes de que el hombre hubiera tenido siquiera opción de aferrarse voluntariamente a la ley, la razón habría retirado de sus pies el apoyo de la naturaleza.
4 Así pues, el gran inconveniente es que, mientras la sociedad moral se forma en la idea, la sociedad física no puede detenerse en el tiempo ni por un momento, no puede poner en peligro su existencia en pro de la dignidad humana. Para reparar un mecanismo de relojería, el relojero detiene las ruedas, pero el mecanismo de relojería viviente que es el Estado ha de ser reparado en plena marcha, y eso significa cambiar la rueda mientras está en funcionamiento. Entonces, para que la sociedad pueda perpetuarse, tiene que buscar un apoyo que la haga independiente del Estado natural que se pretende eliminar.
5 Este apoyo no se encuentra en el carácter natural del hombre, quien, egoísta y violento, tiende antes a la destrucción de la sociedad que a su conservación; tampoco se encuentra en su carácter moral que, supuestamente, ha de formarse aún, un carácter en el que el legislador no podría basarse ni confiar plenamente, porque es libre y porque nunca se manifiesta como fenómeno. Se trataría entonces de separar del carácter físico la arbitrariedad y del carácter moral la libertad, de hacer concordar al primero con las leyes y de hacer que el segundo dependa de las impresiones -de alejar un poco a aquél de la materia y
acercársela a éste un poco más... y todo ello para crear un tercer carácter que, afín a los otros dos, haga posible el tránsito desde el dominio de las fuerzas naturales al dominio de las leyes y que, sin poner trabas al desarrollo del carácter moral, sea más bien la garantía sensible de esa invisible moralidad

lunes, 25 de enero de 2016

TÉC Y METODOLOGÍA DE ANÁLISIS



 

El resumen

El resumen consiste básicamente en la reducción a términos breves y concisos de lo esencial de un asunto o materia. La capacidad de resumir va ligada, por lo tanto, a la capacidad de comprender con precisión lo que se considera esencial. En cuanto tal, es el paso previo a todo análisis y comentario de texto, por cuanto nos garantiza que hemos comprendido con exactitud lo esencial de aquello que tenemos, posteriormente, que analizar o comentar.

1) Lo que no es un resumen

1. Un resumen no es un esquema, ni un conjunto de notas ordenadas, sino una abreviación del texto original que debe presentarse con una redacción clara, lógica y bien encadenada.
2. Tampoco es un mosaico, es decir, una colección de fragmentos arrancados del texto: se trata, más bien, de asumir el pensamiento del autor y expresarlo uno mismo como si fuera el autor. No obstante, siempre que sea necesario, podrá reproducirse literalmente cualquier frase o fragmento colocándola entre comillas. (En los textos breves, lógicamente, puede llegar a ser realmente complicado evitar reproducir literalmente frases del texto).
3. El resumen tampoco es una reducción mecánica proporcional, es decir, un conjunto de "sub-resúmenes" correspondiendo cada uno de ellos a una de las partes en las que se puede dividir el texto original. Se trata de destacar lo esencial, por lo que se ha de evitar colocar al mismo nivel lo que en el texto es accesorio o secundario.
4. Un resumen tampoco es un comentario, por lo que ha de evitarse expresar en él la opinión que nos merezca el texto. Se trata de ser fiel al significado del texto, de someterse completamente, por un tiempo, al pensamiento del autor. Toda objeción o crítica , así como todo signo de admiración por el autor o el texto, deben ser evitados en el resumen de un texto.
5. Un resumen no es un análisis, es decir, una explicación del pensamiento del autor y de sus afirmaciones, acompañada de introducciones y expresiones explicativas ("El autor cree...", "según X..."), sino una simple sustitución en cuanto a la extensión del texto. Por ello, mientras en el análisis hablamos en nombre propio, en el resumen tomamos el lugar del autor.
El resumen debe ser claro y bien redactado. Puede ocurrir que tengamos que resumir un texto literariamente defectuoso, aunque plagado de excelentes ideas. En ese caso debemos evitar contagiarnos de los defectos del texto utilizando un castellano oscuro e incorrecto.

2) Cómo resumir

  • 1.-Leer el texto tantas veces como sea necesario.
  • 2.-Repensar el texto y "medirnos" con él, hasta estar seguros de haberlo comprendido.
  • 3.-Discernir la importancia de cada elemento.
  • 4.-Elegir qué elementos debemos sacrificar y cuáles destacar.
  • 5.-Expresar, por último, lo que hemos comprendido.

Cuestiones prácticas

1. Hemos de plantearnos preguntas elementales en torno al texto:
  • A) ¿De qué se trata? ¿De qué trata exactamente ?
  • B) ¿Por qué se ha escrito? ¿Qué quiere explicarme el autor?
  • C) ¿Qué pone de relieve? ¿En qué insiste?
2. Ya que el resumen no es un procedimiento mecánico requiere la presencia permanente de la imaginación y la inteligencia.
3. Subrayar desde la primera lectura palabras y expresiones consideradas importantes, así como establecer divisiones en el texto o enlaces entre sus partes es negativo. Si tales notas precipitadas fueran erróneas, lo que es muy probable, nos ocultarían el sentido del texto en ulteriores lecturas.
4. Es más efectivo y seguro leer antes el texto dos o tres veces con atención, sin subrayar ni anotar nada.
5. A continuación, sin volver a mirar el texto, reflexionar sobre el mismo, intentando expresar su idea central, su punto de partida, su encadenamiento lógico... escribiendo todo ello, si es necesario, en un papel distinto del que vamos a utilizar.
6. Proceder a una nueva lectura del texto subrayando, en este caso, más que las ideas centrales (que ya hemos asimilado y no se nos olvidarán) aquellas ideas importantes que no deben ser excluidas del resumen, pero procurando no subrayar frases enteras, a menos que lo consideremos indispensable, en cuyo caso debemos ponerlas entre comillas y subrayarlas.
7. Si el texto es largo podemos realizar un esquema del mismo en un papel aparte, pero no sobre el mismo texto; hemos de recalcar la división y encadenamiento de sus partes.
8. Si el texto es corto podemos iniciar la redacción del resumen directamente. Ellos planteará problemas, sin duda, que deberemos resolver en el curso de la redacción misma.
9. Hay que respetar la extensión máxima del resumen según las instrucciones recibidas (resumir a un 1/4, 1/16..., o resumir en 10, 15 líneas; como norma se toma como referencia aceptable la variación de un +/- 10%).
Recordemos, por último, que uno de los sentidos pedagógicos del resumen de un texto es habituarnos a comprender exactamente el pensamiento de otra persona.

El análisis

El análisis de un texto filosófico

El análisis, según la definición que podemos encontrar en cualquier diccionario, consiste básicamente en "la distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos." El análisis filosófico se atiene, por lo tanto, a dicha definición, consistiendo básicamente en dicha operación; pero hay una característica que ha constituido desde siempre una de las partes fundamentales de todo análisis filosófico: el conocimiento de la estructura argumentativa del texto objeto de análisis.
A diferencia del resumen, que consiste básicamente en transmitir abreviadamente el contenido esencial de un texto, el análisis consistirá en explicar dicho texto. Es decir, básicamente, en explicar su significado y su estructura argumentativa (lo que se dice y cómo se dice). El análisis no es todavía un comentario de texto sino, junto con el resumen, el paso previo a todo comentario de texto (o una parte del comentario de texto, según la escuela metodológica que se siga).
1) Analizar es, pues, explicar los contenidos de un texto, es decir, las ideas y conceptos que en él se expresan; y también explicar las relaciones que existen entre esas ideas, conceptos, es decir, explicar su estructura argumentativa.
2) En primer lugar hemos de fijar el sentido del texto, lo que podemos hacer apoyándonos en la técnica del resumen, hasta estar seguros de lo que el autor nos quiere transmitir. Hemos de distinguir lo esencial de lo secundario; y ser capaces de discernir las razones en las que se apoya para afirmar lo esencial del texto. Esta distinción nos orienta, por supuesto, respecto a la estructura argumentativa del texto.
3) En el análisis hemos de dejar clara la distinción entre las partes del texto, explicando su significado y su papel en la argumentación de conjunto, dando las referencias precisas de las líneas en que se encuentran y añadiendo todas las observaciones que consideremos necesarias para aclarar tanto su significado como el papel que juegan en el conjunto.
4) La estructura lógica de un texto, su estructura argumentativa, no tiene por qué coincidir con su presentación literaria. Ésta responde a la presentación de una idea o de un conjunto de ideas, pero puede que nos confunda sobre su estructura lógica: la estructura lógica es un "todo" en el que, partiendo de determinadas premisas, y por lo general a través de un razonamiento intermedio, se llega a una determinada conclusión. La recursos retóricos y literarios pueden hacer que sea conveniente presentar de modos muy diversos los elementos de la argumentación.

Cuestiones prácticas

A) Para realizar un análisis debemos comenzar la lectura del texto buscando el significado y la estructura lógica del mismo. Por lo que respecta a la estructura, hemos de prestar atención a los párrafos en que se divide el texto, así como a los signos de puntuación y a todas aquellas partes del lenguaje -conjunciones, adverbios...- que ponen en relación las distintas partes del texto. Hemos de atender igualmente a todas las expresiones utilizadas por el autor para fijar el orden y la importancia de los contenidos, así como la naturaleza propia de su discurso.
B) Hay que releer el texto tantas veces como sea necesario hasta estar completamente seguros de haber determinado su sentido y estructura.
C) Al tiempo que hacemos este trabajo podemos ir anotando todas las sugerencias que se nos vayan ocurriendo: aunque la mayoría no vayan a resultar fructíferas siempre habrá algunas que podrán sernos útiles, ya para fijar el sentido del texto o su estructura, ya para un posible y ulterior comentario (si el análisis que estamos realizando forma parte de un comentario de texto).
D) Resumir el texto nos permite, por supuesto, comprobar el grado de comprensión del mismo que hemos alcanzado.
E) Hemos de dar todas las explicaciones que consideremos necesarias para fijar con precisión el significado del texto y su estructura argumentativa.
F) Como se ha dicho más arriba, prestar atención a los términos en los que se expresan las distintas transiciones lógicas es fundamental para obtener rápidamente la comprensión de la estructura lógica. A continuación presentamos aquellas expresiones más comúnmente utilizadas relacionadas con su valor lógico:
  • 1) La expresión de la continuidad lógica entre dos proposiciones.
    • — Para recalcar la identidad o equivalencia: es decir, o sea, en otras palabras, en una palabra, brevemente, en resumen, del mismo modo, lo mismo ocurre, así, así como, como, etc.
    • — Para recalcar el fin: por esto, por ello, a fin de que, con este fin, en esta perspectiva, en vistas a, etc.
    • — Para recalcar la causa: a causa de, por este motivo, por el hecho, lo que hace que, etc.
    • — Para recalcar la consecuencia: pues, de ahí, de donde, en consecuencia, por consiguiente, por lo que, por lo tanto, etc.
    • — Para recalcar la simultaneidad o implicación lógica: al mismo tiempo, correlativamente, por lo mismo, teniendo en cuenta el hecho, etc.
    • — Para recalcar la idea de medida o proporción: en tanto que, tanto como, tanto más que, etc.
  • 2) La expresión de la divergencia lógica entre dos proposiciones.
    • — De carácter concesivo: bien que, aunque, a pesar de, de todos modos, sea como fuere, etc.
    • — De carácter restrictivo: al menos, por lo menos, cuando menos, todavía menos, aún menos, solo, solamente, etc.
    • — De oposición: pero, por contra, al contrario, por el contrario, a la inversa, no obstante, sin embargo, etc.
    • — De elección: sea... sea, bien... bien, o... o, o bien... o bien, etc.

El comentario de texto

¿Qué significa comentar un texto?

1. Comentar un texto no significa parafrasearlo, es decir, repetir exactamente lo mismo que dice el texto pero con otras palabras. Y tampoco limitarse a explicar el significado de las ideas del texto, ya que eso forma parte del análisis y no del comentario de texto propiamente dicho que, en tal caso, quedaría reducido a un análisis.
2. Prestad atención, sin embargo, a la siguiente consideración: si el análisis debe formar parte o no del ejercicio conocido como comentario de texto ha sido y es objeto de discusión y debate; por supuesto que no se puede comentar un texto sin haberlo analizado previamente, pero ello no quiere decir que necesariamente el análisis deba plasmarse como tal en el ejercicio llamado comentario, o que deba ser una parte del comentario. Mayoritariamente se tiende a considerar que el análisis debe ser una parte del comentario, pero estad atentos a las exigencias de vuestros profesores en cuanto a la necesidad o no de incluirlo como tal en el ejercicio (ya hemos visto en otra página que el análisis es un ejercicio con entidad propia). Aquí consideraremos que el análisis del texto debe formar parte del ejercicio que llamamos comentario de texto.
3. El comentario de un texto filosófico consiste en la emisión de un juicio o consideración sobre el lugar que ocupan las ideas defendidas en el texto en el conjunto del conocimiento, y en la exposición de nuestro punto de vista al respecto (no confundáis esto con lo que vosotros llamáis "opinión personal"). Esto quiere decir que comentar es, ante todo, relacionar. Relacionar las ideas del texto con nuestros conocimientos. Y relacionar las ideas del texto con nuestras propias ideas sobre el tema.
4. Para ello habremos de determinar, mediante el análisis, las ideas principales y las secundarias, así como la relación existente entre ellas y el significado conceptual o terminológico, así como la presentación del contexto del fragmento que tenemos que comentar. Además, y aquí comienza propiamente el comentario, hemos de buscar la relación de esas ideas con nuestros conocimientos, pues es a partir de estas relaciones como podremos emitir ese juicio o consideración en que consiste el comentario. A este respecto es útil dejar que fluyan las asociaciones de ideas en nuestra mente y, para facilitar esta actividad, plantearse algunas preguntas como las siguientes: ¿A qué escuela filosófica pertenece el autor, a cuál se opone? ¿Es un innovador? ¿Qué pretende el autor con sus afirmaciones? ¿En qué contexto se producen? ¿Qué significado le podemos atribuir?¿Qué intención tienen sus palabras? ¿Es correcto todo lo que afirma el autor?. Si creemos que no, debemos aportar nuestra crítica, que debe comprender datos y soluciones. (Por ejemplo: a) si hay errores en el texto debemos aportar los datos correctos; b) si hay afirmaciones gratuitas debemos explicar por qué consideramos que lo son; c) si encontramos falsas interpretaciones, de datos o de pensamientos de otro autor, debemos exponer los datos correctos. Etcétera).
5. El comentario debe presentarse como un ejercicio que consta de tres partes relacionadas entre sí, formando un todo ordenado y coherente: introducción, desarrollo y conclusión. En la introducción, que ha de ser breve y proporcional a la extensión total del ejercicio, se plantean los problemas tratados en el desarrollo del ejercicio y que conducen a la conclusión. En el desarrollo, la parte más extensa del ejercicio, se exponen los resultados del análisis (si debe figurar en el ejercicio) y el comentario propiamente dicho. En la conclusión, que ha de ser breve, se valoran los resultados a que conduce el comentario.
Partes del comentario y características correspondientes
Parte del ejercicio
Contenidos que desarrolla
Introducción
Elaborada en función del desarrollo y la conclusión
Desarrollo
Cuerpo del ejercicio con:
a) análisis
b)comentario propiamente dicho
Conclusión
Valoración de lo obtenido en el desarrollo

Pautas de trabajo.

Para elaborar el ejercicio suele resultar útil seguir las siguientes pautas:

1. Preparativos

Numerar el texto. Lo habitual es cada 5 líneas. Esto nos permite localizar cualquier frase con rapidez y citar con precisión, lo que nos evita pérdidas innecesarias de tiempo, posteriormente.
Disponer de folios para utilizarlos como borrador. Asegurarse de disponer de todo lo necesario para la realización del trabajo.

2. Lecturas, anotaciones y análisis

Leer el texto varias veces, hasta estar seguros de haberlo comprendido. Podemos hacer un brevísimo resumen del mismo (la idea central nunca debe estar ausente del mismo; en el resumen se trata simplemente de abreviar el texto, recoger lo esencial) .
Anotar, en el borrador, todas las ideas que se nos ocurran en las sucesivas lecturas del texto, aunque inicialmente parezcan no tener nada que ver con él o con nuestro propósito.
Analizar el texto, (¿cómo? ver el análisis), anotando en el borrador todas las ideas que se nos sigan ocurriendo, de forma que podamos recuperarlas posteriormente si las creemos útiles.

3. Plan para la elaboración de comentario

Más tiempo nos llevará seleccionar y ordenar las ideas del borrador y hacer un plan para la elaboración del comentario. Es la parte central del ejercicio: de qué vamos a hablar, qué posición defenderemos, qué criticaremos, en qué orden, con qué extensión cada parte, etcétera. Una vez hecho esto tendremos clara la conclusión que se impone. Conociendo el desarrollo y la conclusión estaremos en condiciones entonces de preparar una buena introducción.

4. Desarrollar el comentario según el plan fijado

Por último, comenzaremos el desarrollo del ejercicio siempre según el plan de trabajo que nos hemos trazado.

La disertación filosófica

1. La disertación es una de las formas más habituales de realizar exámenes en filosofía y suele asimilarse a lo que más coloquialmente llamamos desarrollo de un tema. El tema sobre el que se realiza este ejercicio puede ser alguno de los más conocidos que se ha planteado la filosofía a lo largo de los tiempos, como la libertad, por ejemplo, o puede limitarse a la explicación de tal o cual teoría de cualquier filósofo, como sería la disertación sobre la teoría del conocimiento en Platón, por ejemplo. Cada una de estas opciones tiene sus propias variantes, por supuesto; pero nosotros vamos a comenzar por lo que sería la estructura básica de la disertación, que hemos de considerar común a los dos casos citados. (Claro que lo común, como veremos a continuación, suele resultar demasiado general y, con frecuencia, demasiado evidente).
2. La disertación se suele dividir en tres partes claramente diferenciadas: la introducción, el desarrollo propiamente dicho, y la conclusión. Sobre la introducción y el desarrollo es válido lo que se ha explicado para el comentario. La introducción ha de ser proporcional a la extensión del ejercicio, pero partiendo siempre del principio de su necesaria brevedad; su objeto es situar al lector en el terreno adecuado para la mejor comprensión y valoración de lo que decimos a continuación. No se ha de anticipar, pues, nada que no sea estrictamente necesario para dicho fin. En virtud de esa relación, es fácil comprender que no podremos hacer una introducción adecuada sin saber lo que vamos a decir, por lo que la introducción, pese a ser lo primero que va a ser leído por el corrector es, realmente, lo último en lo que nosotros debemos pensar (de dónde se sigue, espero que se vea esto con claridad, que necesariamente hemos de elborar al menos un guión previo de nuestro trabajo, lo que requiere utilizar una hoja como borrador).
3. Ya que se supone que conocemos el tema sobre el que hemos de disertar es de esperar que tengamos claras las ideas fundamentales que podemos utilizar. Se trata de seleccionarlas adecuadamente, ordenarlas, buscar otras ideas adicionales que puedan mejorar la comprensión de lo que queremos decir y elaborar con todo ello un discurso coherente en el que se supone que defendemos determinado punto de vista. En esto consistirá la parte central del ejercicio, el desarrollo propiamente dicho, sobre el que espero poder ofreceros, más adelante, algunas observaciones significativas. La conclusión tiene que presentarse como una consecuencia directa del desarrollo que hemos planteado, por lo que conviene, antes de ordenar los contenidos del desarrollo, tener muy claro a qué conclusión queremos llegar. Por paradójico que parezca, pues, la conclusión, que es lo último que leerá el corrector, es lo primero que tenemos que tener claro al iniciar el ejercicio. El orden de la reflexión sería, pues, el siguiente (sobre el tema de la disertación):
  • 1) Qué posición defenderé sobre ese tema. (Conclusión).
  • 2) Qué contenidos, argumentos, puedo utilizar para defender dicha opinión, y en qué orden. (Desarrollo).
  • 3) Cómo situar al lector para una mejor comprensión del asunto que trato. (Introducción).
El orden de la exposición sería, por supuesto, el inverso, al igual que en el comentario:
Partes de la disertación y características correspondientes
Parte del ejercicio
Contenidos que desarrolla
Introducción
Elaborada en función del desarrollo y la conclusión.
Desarrollo
Cuerpo del ejercicio con el desarrollo de los argumentos que me permiten defender la conclusión.
Conclusión
Breve exposición y valoración de la tesis defendida.